Existe una virgen que habla en código sibilino.
Susurrante e inexorablemente oportuno, por lo regular.
El acto, pues, de la indiferencia, como un gesto beatífico,
ejerce con crueldad y vileza, denostación
(así con todas las letras)
Occiso, el que muere violéntamente. Tan común en nuestros días.
Yo he escuchado la voz de esa virgen, y lo único que alcanzo a entender
son estas palabras: Tu puer tuus ignore, damnare.
No hay comentarios:
Publicar un comentario