¡Despierta! invocación socorrida en toda nuestra vida.
Casi casi, fue que venimos al mundo con el imperativo,
oración tan contenida, sin sujeto expreso, sin objeto,
cargada de dinamita para explotar de lleno en los oidos.
No tiene por qué explicar nada esta construcción:
-Despierta ahora, despierta Lázaro
y levantate. Vete a la escuela, al trabajo,
no estés ahi de occiso nada más, no estes soñando..
allá afuera hay un mundo, despierta para ver como
se acaba, como revienta... en pequeños... significantes-
Casi casi, fue que venimos al mundo con el imperativo,
oración tan contenida, sin sujeto expreso, sin objeto,
cargada de dinamita para explotar de lleno en los oidos.
No tiene por qué explicar nada esta construcción:
-Despierta ahora, despierta Lázaro
y levantate. Vete a la escuela, al trabajo,
no estés ahi de occiso nada más, no estes soñando..
allá afuera hay un mundo, despierta para ver como
se acaba, como revienta... en pequeños... significantes-